¿Cómo protegerme para no cargar con las emociones de los demás?

Quiero compartir contigo mis observaciones y experiencias en estos más de 20 años de investigación y práctica con el Tarot. 

Este articulo lo he titulado: ¿Cómo protegerme para no cargar con las emociones de los demás? porque me he dado cuenta que una de las trampas psicológicas más inconscientes, invisibles y frecuentes entre las personas y sus relaciones es cargar energéticamente con los asuntos emocionales inconclusos o pendientes de resolver; en primer lugar de los padres, de los tíos y tías, de las abuelas y abuelos, de las bisabuelas y bisabuelos, de los hermanos y luego más tarde de las parejas, de los amigos, de los compañeros de trabajo, de los jefes o figuras de autoridad, y por supuesto de los clientes o pacientes (en el caso especialmente de los ayudadores y profesionales de la salud en general). Bien. Mantente muy atento/a porque más abajo te propondré una práctica de auto-lectura muy sencilla, además de algunas imágenes y afirmaciones sanadoras.

¿Por qué llevamos las cargas por el otro? Por varias causas:

1. Principalmente porque nos cuesta sostener el dolor ajeno. Nos cuesta soportar las cargas o la suerte que les toca experimentar a los demás. 

2. También porque así nos sentimos buenos, salvadores o con buena conciencia. Cargar está estrechamente conectado a creencias religiosas. Si alivio al otro de su dolor me gano el cielo. Sin embargo para el alma cargar es igual a entrometerse en el destino del otro y en el fondo desde aquí me convierto en un ladrón de fuerza y sabiduría ajena. Ya que cada quién puede sostener lo que le corresponde vivir para liberar la fuerza y la sabiduría que encierra su propio destino.

3. Y por supuesto, cargamos con historias que no son la nuestra, porque así evitamos ocuparnos de nuestros propios asuntos. Es más tentador para el ego sentirnos víctimas del destino del otro que volvernos responsables de nuestro propio destino. El que carga por los demás saca un beneficio secundario inconsciente, que es: posponer el hacerse cargo de su propia vida. 

Por condición humana todos cargamos en menor o mayor medida. No se trata aquí de evitar a toda costa no cargar nada de nadie. Sino revisarnos y con amor, poco a poco, desarrollar un respeto más profundo por las cargas del otro y su destino y así protegernos de añadir más pesos a nuestra propia mochila. Cada quien lleva las cargas perfectas, y por lo tanto toda carga está en las manos idóneas, es decir en las manos de su portador, porque esas cargas tienen la misión de convertir a cada uno en maestro de su propia experiencia de vida.

Muchas personas confunden no cargar con falta de sensibilidad o empatía por el otro. Pero la realidad es que el que carga lo hace muchas veces por pena, lastima o falsa compasión. Lo hace más por el mismo que por el otro. Para sentirse mejor o incluso superior, ya que no deja de ser un tipo de arrogancia. Sin embargo, cuando dejo las cargas del otro en sus manos, es porque confió incondicionalmente en que lo podrá solucionar de la mejor manera por si mismo y desde aquí respeto la dignidad del otro y conservo la mía.  

Hay una gran diferencia entre cargar o atender. Y aquí está la gran maestría que nos plantea el alma. ¿Puedo acompañar al otro, mientras el otro lleva sus cargas? Por supuesto que si. Puedes atender, acompañar, informar, derivar, cuestionar, impulsar, pero no cargar. Y esto requiere primero antes de nada, colocarte en una actitud interna humilde con respecto a tus ancestros. Ya que aprendemos a cargar desde que estamos en el útero de nuestra madre. Por lo tanto somos profesionales y expertos en cargar, primero por los padres y luego por todos aquellos que formaran parte de nuestro destino.

¿Dónde vamos a ver el movimiento de cargar en el Tarot? En el Arcano VIIII El Ermitaño. Aquí estamos viendo que la tarea es dejar de cargar los asuntos de los demás, ¿para qué? Para centrarte en iluminar tus propias cargas y ver así el sentido profundo que dan a tu destino. No tengo que ir a terapia para eliminar mis cargas, tengo que ir a terapia para aprender a captar la belleza y la enseñanza que esconden mis cargas. Es decir que las únicas cargas que no me pesan son las mías propias, siempre y cuando comprenda para que están ahí, estas cargas me van a fortalecer. En cambio las cargas ajenas que llevo por los demás si que me debilitan, porque no son las que me toca llevar por destino.

En realidad, ¿Cuáles son mis verdaderas cargas? Mis decisiones y sus consecuencias. Con cada decisión y con cada no-decisión estoy co-creando mi destino y influyo en el destino del colectivo. Si asumo mis decisiones con todas sus consecuencias, entonces mis cargas se transforman en mi sabiduría interior. Toda decisión conlleva un precio, pero si no lo asumimos, entonces algo nos pesa en el alma: la culpa o el rencor.

¿Qué síntomas pueden indicarnos que estamos cargando asuntos de otros? He observado en mis lecturas de Tarot, personas que presentan síntomas de cansancio, tristeza, sensación de saturación mental, opresión en el pecho, rigidez o tensión corporal, dolor de espalda y de cervicales especialmente, piernas cansadas, angustia emocional, ansiedad, depresión, perdida de visión, falta de alegría o de ilusión. Entre otros. 

¿Qué cargamos generalmente? He observado en mis lecturas de Tarot, que principalmente cargamos emociones que están reprimidas, enquistadas o bloqueadas en el campo energético del otro o en el campo energético de la familia del otro. Principalmente rabia, miedo, tristeza e infelicidad.

¿En qué lugar vas a notar especialmente las cargas emocionales? En tu cuerpo físico. En el Tarot lo vemos en el Arcano As De Oros.

El cuerpo humano está entrenado para ser un “burro de carga”. En realidad el cuerpo es inmensamente generoso, y te avisa constantemente de las emociones que están invadiendo tu espacio interno, mediante malestar o bienestar. Por lo tanto el cuerpo es un termómetro que te ayuda a detectar que tipo de carga emocional ajena estás llevándote a tu “casa” corporal. A continuación veremos los 4 estados emocionales que cargamos en 4 arcanos del Tarot y que tipo de síntomas generan cada uno de ellos en nuestro sagrado cuerpo físico. 

Arcano XI La Fuerza. Si cargas rabia del otro vas a sentir principalmente dolores articulares o musculares. Cuando te unes a personas con mucha rabia acumulada, terminas sintiendo tu cuerpo físico tenso y rígido. En estos casos, interiormente le dices al otro la siguiente frase sanadora: “Veo tu rabia. La respeto y la dejo en tus manos. Tu puedes llevarla y yo quedo libre de cargarla por ti. Tu con tu destino y yo con el mío”.

Arcano XIII Sin Nombre. Si cargas miedo del otro vas a sentir principalmente ansiedad, nerviosismo o debilidad en las piernas. Cuando te unes a personas con mucho miedo acumulado, terminas sintiendo tu cuerpo físico debilitado y tembloroso. En estos casos, interiormente le dices al otro la siguiente frase sanadora: “Veo tu miedo. Lo respeto y lo dejo en tus manos. Tu puedes llevarlo y yo quedo libre de cargarlo por ti. Tu con destino y yo con el mío”. 

Arcano XVIII La Luna. Si cargas tristeza del otro vas a sentir principalmente pesadez muscular, lentitud y astenia. Cuando te unes a personas con mucha tristeza acumulada, terminas sintiendo tu cuerpo físico aletargado y perezoso. En estos casos, interiormente le dices al otro la siguiente frase sanadora: “Veo tu tristeza. La respeto y la dejo en tus manos. Tu puedes llevarla y yo quedo libre de cargarla por ti. Tu con destino y yo con el mío”. 

Arcano XVI La Casa Dios. Si cargas infelicidad del otro vas a sentir principalmente opresión en el plexo solar o estomago. Cuando te unes a personas con mucha infelicidad acumulada, terminas sintiendo tu cuerpo físico bloqueado o insensibilizado. En estos casos, interiormente le dices al otro la siguiente frase sanadora: “Veo tu infelicidad. La respeto y la dejo en tus manos. Tu puedes llevarla y yo quedo libre de cargarla por ti. Tu con destino y yo con el mío”. 

Por otra parte, también puedo darme cuenta si alguien está cargando por mí. Por ejemplo mi hijo, mi pareja, un amigo, un socio, etc. Me doy cuenta cuando en presencia del otro algo se alivia en mí. El alivio puede ser un síntoma de que busco salvación externa. Sin embargo no es amor en acción. Lo único que necesito sentir en presencia del otro es alegría de que este existe. Eso si es amor en acción. Esta alegría anima a ambas partes a crecer sin demandas o exigencias inconscientes. Por lo tanto, si sospechas que el otro está cargando por ti, la mejor forma de respetarlo, amarlo y honrar su presencia es decirle interiormente la siguiente frase sanadora: “Te libero de cargar mis asuntos. No estás aquí para salvarme. Gracias por existir. Gracias por estar aquí”. 

Así pues, aunque aquí me esté centrando en como cargamos emociones ajenas, cada encuentro, relación o vínculo es una oportunidad para revisarte tanto si cargas por los demás, como también si estás pidiendo a los demás que carguen por ti.

Ejercicio de auto-lectura con el Tarot

Sino tienes baraja de Tarot no te preocupes. Puedes utilizar varios folios, recortarlos en 4 partes iguales y escribir en cada una de estas partes a quien va a representar.

Muy sencillo. Pon delante de ti el Arcano VIIII El Ermitaño. Te representa a ti y a la dinámica inconsciente de cargar.

Vas a mezclar los siguientes arcanos: Emperatriz y Emperador (que representan aquí a tus padres), As De Oros (que representan aquí a hermanos o abortos en tu hermandad), Papisa y Sumo Sacerdote (que representan aquí a tu linaje femenino y masculino), Enamorado (que representa aquí a tu pareja actual o parejas anteriores), Sol (que representa aquí a tus amigos), mago (que representa aquí a compañeros de trabajo actuales o de empleos anteriores o incluso si eres jefe o empresario representarían tus empleados o socios), Diablo (jefaturas del trabajo actual o anteriores), As De copas (Clientes, pacientes o terapiados) y el Carro. El Arcano VII El Carro, representa al descendiente de un sistema familiar ocupando su lugar, es decir el último lugar, en relación a sus ancestros mayores, padres, tíos, abuelos y bisabuelos. 

En el caso de que mezcles y elijas el Carro esto nos indicaría que en este momento evolutivo no estás cargando nada importante por nadie. Sin embargo no te confíes, siempre insisto que hay que revisarse. 

Evidentemente, cargas sobre todo por aquel progenitor, linaje o persona que haya formado o forme parte de tu vida y con el cual hayas tenido o tengas una relación más difícil o bien con quien sientas que en el fondo de tu corazón te queda algún asunto pendiente. 

Bien, los mezclas todos. Eliges uno al azar. Medita sobre tu elección. A continuación mezcla los siguientes arcanos: Fuerza (que representa aquí la rabia), Arcano Sin Nombre o Muerte (que representa aquí el miedo), Casa Dios o Torre (que representa aquí la infelicidad), Luna (que representa aquí la tristeza). De esta forma averiguas que estás cargando exactamente.

Bien. Pasamos ahora a la visualización. Imagínate que llamas al alma de aquella persona por la cual cargas (no te preocupes si no le pones un rostro) y como se presenta delante de ti con su presencia, energía o silueta. Primero observa como te sientes. Que sensación visita tu cuerpo. Y luego le dices la afirmación sanadora que conecte con la emoción que estés cargando y que te mencioné anteriormente. Y luego siente y observa que cambia dentro de ti, en tu cuerpo, en tu energía, en tu mente y en tu corazón. Repite este ejercicio cuando tengas los síntomas corporales que leíste más arriba. 

Por último es necesario recordarte también, que para un trabajo más profundo de toma de consciencia, acción e integración, es imprescindible abordar carácter, árbol genealógico, movimientos del alma, misión de vida y numerología en conjunto, desde una lectura de Tarot.

Puedes leer mi articulo anterior “aprende a mirar a través del síntoma con el Tarot”, para comprender mejor el origen de los malestares y enfermedades: https://escuelapsicotarologia.com/aprende-a-mirar-a-traves-del-sintoma-con-el-tarot/